El Zen sostiene que el ego (Los humanos) no existen.

Gustavo Cruz

Por mas de mil años habíamos aceptado el pensamiento de Tolomeo imaginando que la tierra (y los humanos) eran el centro del Universo y que éramos el único “sujeto” del creador.

Luego Copérnico nos desalojo del centro del Cosmos Colocando al sol como centro del universo (Heliocentrismo).

Después Galileo nos enseño que solo somos un planeta promedio entre millones de planetas, que somos nada más que un sistema solar entre billones de sistemas solares.

Darwin nos revelo que los orgullosos humanos solo somos parte de un sistema biológico en evolución… nada especial ni diferente de los animales, de ello se dedujo que no hay diferencia ontológica alguna entre las diversas especies y la arrogancia de los humanos sufrió otra humillación.

Einstein nos hablo de  la relatividad y nos dijo que el reposo absoluto del éter no existía ni tampoco el tiempo absoluto universal; cada persona tiene un transcurrir en el tiempo distinto de otro que se desplaza a distinta velocidad”.

Hawkins sostiene que: “La ciencia moderna no deja lugar a la existencia de un Dios creador del Universo”.

De pronto se hace científicamente plausible la posibilidad de que, la humanidad con su “precioso cerebro biológico” esta a punto de quedarse obsoleta…  que la humanidad será sustituida por ordenadores creados por ella misma, porque una singularidad tecnológica esta a punto de ocurrir.



Finalmente Susan Blakmore nos dice que: Los humanos en realidad somos solo puentes hacia el siguiente replicante: Los “Temes”, Y que “la información, en su evolución, habría utilizado a los humanos solo para construir máquinas en las cuales puede copiarse de forma más efectiva, es decir, para crear la inteligencia artificial”. http://pijamasurf.com/2010/08/el-virus-cosmico-la-informacion-nos-utiliza-para-evolucionar-y-no-al-reves-2/

¿Podría nuestra arrogancia como "humanos" haber sido menos vapuleada por todas estas evidencias?

Ergo: El “ego” no existe, solo “somos” un accesorio, una célula, un componente de un organismo supremo mas importante al que somos incapaces de comprender mediante nuestro limitado cerebro… Solo “somos”… Y es suficiente.